Energía solar

Tejados en España: el mayor campo solar que todavía no existe

4 DE SEPTIEMBRE DE 2025

España es el país del sol. No lo decimos nosotros, lo dicen los números: más de 2.500 horas de radiación solar al año, el doble que Alemania o Países Bajos. Ellos ya son líderes europeos en autoconsumo, mientras que aquí seguimos teniendo millones de tejados vacíos. Es como tener un manantial en tu patio y seguir comprando agua embotellada en el súper.

La paradoja es brutal: nuestro país podría liderar la transición energética, reducir su dependencia exterior y abaratar los costes eléctricos de empresas e industrias. Pero en lugar de eso, tenemos sobre nuestras cabezas 2.500 millones de metros cuadrados de cubiertas sin aprovechar. Eso son 350.000 campos de fútbol o, para visualizarlo mejor, toda la superficie de 15 ciudades como Sevilla convertida en tejados que podrían estar produciendo electricidad limpia.

7,6 millones de tejados: un recurso dormido

De esos 2.500 millones de metros cuadrados, unos 900 millones corresponden a tejados industriales y empresariales: fábricas, naves logísticas, almacenes, centros comerciales… lugares donde la factura eléctrica no es un gasto menor, sino una de las partidas que marcan la diferencia en la cuenta de resultados.

Con un tejado medio de 327 m², el cálculo es claro: 7,6 millones de cubiertas con capacidad de producir su propia energía solar hoy mismo. Imagina que encendemos todas esas cubiertas a la vez: sería como construir la mayor planta solar del planeta, sin ocupar ni un metro más de suelo.

El lado oscuro: tejados envejecidos y amianto

Pero no todo está listo para brillar. Gran parte de esas cubiertas están en mal estado: goteras, filtraciones, materiales desgastados. Y, lo más preocupante, miles todavía tienen amianto (uralita), un material prohibido por su toxicidad pero que sigue presente en gran parte del parque inmobiliario español.

En Cataluña, un estudio reciente detectó 122.000 tejados con amianto, el equivalente a cubrir 40 kilómetros cuadrados con un material que ya debería estar retirado. Son 700.000 toneladas de contaminación en suspensión. Y si extrapolamos al resto de España, la cifra podría llegar a los 2,5 millones de tejados afectados.

La legislación no deja margen:

  • En España, los edificios públicos deben eliminar estos materiales antes de 2028.

  • En Cataluña, el plazo máximo es 2032.

  • A nivel europeo, ya se debate una prohibición general para todos los inmuebles entre 2030 y 2040.

En resumen: no se trata de “si” habrá que renovar los tejados, sino de “cuándo”.

El coste de renovar (y por qué en realidad es una inversión)

Rehabilitar una cubierta tiene un precio que oscila entre 35 € y 115 € por m², dependiendo del estado, material y dimensiones. Puede sonar elevado, pero pongámoslo en contexto: en una nave industrial de 2.000 m², la inversión sería equivalente a lo que muchas empresas gastan en electricidad en un solo año.

La clave está en entenderlo como un gasto que se convierte en activo. Porque un tejado renovado no solo elimina riesgos y problemas, sino que además se convierte en la base para instalar paneles solares. Y ahí entran en juego los modelos de financiación inteligente como los PPA (Power Purchase Agreement):

  • La empresa no paga la instalación inicial.

  • Empieza a ahorrar desde el primer día.

  • La factura se reduce con una energía limpia y predecible.

  • Y al finalizar el contrato, la instalación pasa a ser 100% suya.

Es como si un vecino te ofrece poner una máquina de café en tu oficina, pagar solo por los cafés consumidos y, al cabo de unos años, quedarte con la máquina gratis. Excepto que aquí hablamos de electricidad, ahorros de seis cifras y emisiones de CO₂ evitadas.

Empresas que ya miran al tejado con otros ojos

El mercado está reaccionando. Desde que Cataluña fijó la obligación de retirar el amianto antes de 2032, las consultas sobre rehabilitación y solar se han duplicado en apenas un trimestre.

Más de un tercio de las empresas interesadas en autoconsumo reconoce que su tejado necesita reparaciones previas. Y tres de cada cuatro buscan opciones de financiación ligadas al proyecto. En otras palabras: el tejado ha dejado de ser ese “mal necesario” que se repara solo cuando hay goteras. Hoy empieza a verse como un activo estratégico que impacta en la energía, los costes y la imagen de la compañía.

Más allá de la energía: seguridad, confort y valor añadido

Un tejado renovado no solo permite instalar placas solares. También incrementa la seguridad de los trabajadores y protege la maquinaria y mercancías almacenadas. Un edificio con cubierta en condiciones cumple normativa, evita sanciones y reduce riesgos de colapso ante fenómenos meteorológicos extremos.

La mejora energética es evidente: menos pérdidas de calor en invierno, menos sobrecalentamiento en verano, ambientes de trabajo más estables y confortables. Y esto, aunque pocas veces se menciona, repercute también en la productividad de los equipos.

Además, hay un factor intangible pero muy real: la imagen de marca. Una nave industrial con tejado limpio, renovado y solarizado transmite profesionalidad, confianza y compromiso con la sostenibilidad. No es solo un techo, es una declaración de intenciones.

El futuro energético está sobre nuestras cabezas

España tiene más de 7 millones de tejados con potencial solar. Y la oportunidad de transformarlos en la mayor infraestructura energética del país no puede esperar más.

Rehabilitar cubiertas deterioradas o con materiales peligrosos no es solo una cuestión de mantenimiento, es una estrategia clave para impulsar la competitividad empresarial, avanzar en la transición energética y ganar independencia frente a un mercado eléctrico cada vez más volátil.

En Y Tú lo vemos claro: cada cubierta es un campo solar en potencia. Cada empresa que da el paso convierte un gasto olvidado en un activo estratégico capaz de generar ahorro, seguridad y sostenibilidad.