Energía solar
¿Qué pasará con el precio de la luz?
16 DE SEPTIEMBRE DE 2025
O cómo no volverse loco en un mercado tan desconocido
Entender cómo se forma el precio de la electricidad puede ser una odisea.
Cargos, peajes, costes regulados, mercados mayoristas… demasiadas variables para un único resultado: la factura que pagas cada mes.
Y si ya cuesta entender lo que pagamos, imagina intentar predecir cuánto costará la electricidad en 2040.
Lo que sí está claro es que, cuando llegue ese momento, tu empresa seguirá necesitando energía. Y pagarla.
En un contexto globalizado y competitivo, el coste energético puede ser la diferencia entre sobrevivir o desaparecer. Por eso, en Y Tú Solar queremos arrojar algo de luz sobre un sector tan opaco como el eléctrico.

¿De qué depende realmente el precio de la energía?
A día de hoy, la producción de energía renovable es muy barata – eso todos lo tenemos claro. Esto hace que, diariamente, se llenen titulares de periódicos con noticias como “la electricidad vale cero a medio día gracias a la energía solar”. O, por el contrario, mensajes como “el gas cierra un precio altísimo por no sé qué problema geopolítico”. Pero, ¿cuánto notan las empresas todas estas cosas?
La realidad es que, si bien el precio del mercado se va cerrando horariamente y es muy fluctuante, las empresas deben cubrir muchos otros costes más allá del de la propia electricidad. En la gráfica de debajo te mostramos una aproximación de lo que puede representar el precio de la electricidad en el mercado sobre el final que percibe un consumidor.

Viendo la gráfica anterior, parece bastante claro que, aunque veamos precios muy extremos, existen muchos factores que determinan el precio final. Y no solo eso, si no que existe cierta relación entre ellos.
Por ejemplo, si entra mucha energía eólica en el sistema eléctrico, al ser una de las energías más baratas, hará que el precio del mercado baje. No obstante, al ser menos gestionable que la energía producida, por ejemplo, por la nuclear o el gas, requerirá que haya más “ajustes” intra-horarios para casar la generación con la demanda eléctrica, haciendo que los servicios de ajuste suban. Lo mismo ocurrirá con los peajes y cargos del sistema – gestionar las redes de transporte y distribución en un ecosistema más renovable es más complejo que en un sistema tradicional.
Podríamos entrar en el detalle de cada concepto, pero, para que nos entendamos, para que un consumidor pueda consumir electricidad en su industria, esta electricidad deberá (i) producirse, (ii) ajustarse de forma exacta a la demanda, en cada instante, (iii) transportarse, (iv) comercializarse... Es decir, que existen toda una serie de conceptos, más allá del puro precio del mercado, que hacen que el coste que pagan los consumidores sea considerablemente superior al del mercado.
Hagamos un pequeño repaso de la historia...
Por suerte o por desgracia, a nadie le sorprenderá que digamos que el mercado eléctrico es muy volátil.
Al ser sensible a tantos factores, no es raro que nos encontremos variaciones de precios muy grandes entre distintos días, meses, y años. Si bien los últimos años han sido de especial relevancia en este sentido, tradicionalmente el precio del mercado siempre ha sido muy fluctuante. En la última década, el precio se ha situado alrededor de los 80 €/MWh.

... y de la situación actual y futura.
Apagón. Ucrania. Irán. Trump... Pero, ¿qué está pasando en el mundo? En eso no somos expertos, y por eso, preferimos no hablar. Pero sí tenemos claras algunas cosas... Como por ejemplo, que:
--> La Unión Europea tiene marcada una dirección clara: la descarbonización.
--> Esta descarbonización pasa por el uso de energías renovables.
--> Estas energías renovables son las más baratas (sobre todo, en España, con este sol tan bueno que tenemos)...
--> Pero a su vez, implican una gestión más compleja y avanzada que la que veníamos teniendo con centrales de producción convencionales.
Estos puntos parecen indicarnos que, si bien nadie tiene una bola de cristal, parece difícil de imaginar un escenario en el que el precio final de la electricidad para el cliente final pueda reducirse sustancialmente.
Por poner algunos datos (que se note que sabemos de lo que hablamos):
--> Hasta hace poco, la inversión anual en redes de transporte y distribución estaba limitada a aproximadamente el 0,20% del PIB. No obstante, desde el año 2021 se han aprobado, hasta 2026 casi 1.000 M€ más de inversión en redes. Y aún así, llegó el apagón...
--> El precio de las garantías de origen (garantías de electricidad producida libres de CO2) han pasado de costar menos de 1 €/MWh en el año 2020, a alrededor de 6 en 2024.
--> Hoy hay instalados más de 40 GW de potencia fotovoltaica, y 35 GW eólicos en España. Se espera que estas cifras pasen a 76 GW y 62 GW, respectivamente, en el año 2030. De alguna forma habrá que gestionarlo... Y para ello se espera que se conecten más de 10 GW en baterías.
No tenemos una bola de cristal. Ni tampoco la queremos. Pero sabemos que en un entorno tan sumamente incierto, generar tu propia electricidad tiene unas ventajas brutales. Y por eso no sabemos a qué esperas – cuanto antes produzcas y consumas tu propia energía, antes serás dueño del futuro de tu negocio.