Energía solar

Oviaragón y y Tú: energía propia. Punto.

30 DE OCTUBRE DE 2025

Cuando tienes 12 plantas funcionando a tope, la factura eléctrica no puede ser una ruleta rusa. Oviaragón lo tenía claro: o tomaban el control de su energía, o seguían a merced de los precios del mercado.

Eligieron lo primero. En y Tú les pusimos el sol en el tejado.

Literalmente.

El problema sin rodeos

Imagina gestionar cebaderos, plantas de mezclas y una quesería que no pueden permitirse ni cinco minutos de parón. Ahora súmale facturas eléctricas que suben y bajan como quieren, y la necesidad real de contaminar menos. No había margen para experimentos: tocaba reducir costes y asegurar el suministro sin poner en riesgo ni un gramo de producción.

Nuestra jugada (no queremos decir maestra, pero) maestra


Cada instalación es un mundo. Diferentes tejados, distintos consumos, horarios únicos. Así que nos olvidamos de soluciones copy-paste y fuimos planta por planta: ingeniería personalizada, paneles de máxima eficiencia para exprimir cada rincón disponible, y un sistema de monitorización que avisa antes de que algo vaya mal. Porque dar el paso hacía la energía que más brilla tiene que ser fácil.

Los números que importan y dónde más se nota el impacto

Si tuviéramos que darle la medalla de oro a alguien, se la llevaría: (redoble de tambor) Con más de 117 kWp instalados (117,81), más de 63 toneladas de CO2 ahorradas anualmente y cerca de 14.400 euros que se ahorran cada año... La quesería de Perales del Alfambra. Le siguen de cerca Monreal del Campo y Alfambra lll, que tampoco se quedan cortas con más de 59 kWp cada una y con ahorros que superan los 6.000 y 5.300 euros anuales respectivamente.

Dejando un poco de lado los números, en instalaciones como los cebaderos de Monegrillo, Zuera o Ejea el beneficio es de otro tipo: Están protegidos contra los malvados picos del mercado eléctrico, sobretodo en las franjas horarias donde más consumen. Aparte, consiguen estabilidad en la estructura de costes y capacidad de planificación financiera a medio plazo. Cuando tu negocio depende de márgenes ajustados y de procesos que no pueden interrumpirse, esa previsibilidad vale oro.

La diferencia está en la operación y lo que viene después

Lo que realmente marca la diferencia entre una instalación fotovoltaica que cumple y una que destaca no es solo la calidad de los paneles o la precisión del diseño inicial. Es lo que pasa después, en el día a día. Gracias al sistema de monitorización en vivo y a la telemetría integrada, podemos detectar cualquier bajón de rendimiento antes de que se convierta en un problema visible en la factura, ajustamos parámetros de funcionamiento según las condiciones reales de cada momento, programamos mantenimientos predictivos en lugar de esperar a que algo falle y tomamos decisiones operativas basadas en datos objetivos, no en intuiciones o en "lo que siempre se ha hecho así". El resultado es que cada kilovatio que se produce se aprovecha al máximo, el tiempo de inactividad prácticamente desaparece y la curva de degradación de los paneles se mantiene en niveles óptimos durante más tiempo.

Y esto es solo el principio, porque poner paneles es el primer paso de un camino más largo. Ahora toca mirar con lupa qué sedes pueden sacarle partido real a un sistema de baterías para aprovechar la energía solar durante la noche y las horas sin sol, identificar dónde tiene sentido instalar puntos de recarga para empezar a electrificar la flota de vehículos de la empresa y afinar los contratos con las comercializadoras eléctricas usando los datos reales de producción y consumo que ya tenemos en la mano. La receta está probada, los resultados están certificados y la infraestructura está preparada. Solo hay que replicar el modelo donde el análisis coste-beneficio diga que tiene sentido económico, sin prisas pero sin pausas.

No le des más vueltas

Pasarse a renovables no es subirse a la ola de una moda verde ni colgarse una medalla de empresa sostenible para la foto corporativa. Es dejar de cruzar los dedos cada vez que llega la factura de la luz, es tener el control real sobre uno de los principales costes operativos del negocio, es reducir riesgos de suministro y volatilidad de precios, y es mejorar márgenes de forma tangible y medible mes a mes. En y Tú lo tenemos clarísimo: tu tejado puede ser tu mejor inversión energética. No hace falta que sea enorme ni que esté en el lugar perfecto. Solo hace falta que tenga sol, que el consumo justifique la instalación y que quieras dejar de depender de factores externos para algo tan crítico como la energía.